Agosto es el Mes de la Minería en Chile, y este año se celebra en un momento clave para la transformación tecnológica del sector. La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa ni un experimento. Según cifras reportadas en “Ai In The Global Mining Industry Statistics” de Wifitalents, el mercado global de IA en minería podría alcanzar los US$3.200 millones en 2026, con una tasa de crecimiento anual cercana al 40 %. Más del 45 % de las compañías mineras a nivel mundial ya ha integrado alguna tecnología de IA en sus operaciones. Pero el impacto más relevante no siempre está donde todos miran.

Durante años, la conversación sobre innovación minera ha estado dominada por imágenes espectaculares: camiones autónomos recorriendo faenas, sensores desplegados en túneles remotos, robots trabajando bajo tierra. Pero en Pharu Analytics hemos comprobado que la verdadera transformación también ocurre en las decisiones que optimizan y sostienen el corazón de la operación minera.

Hoy, la IA puede apoyar desde la selección precisa de personal para faenas en zonas extremas —considerando ubicación, experiencia y habilidades— hasta el mantenimiento predictivo de maquinaria crítica, anticipando fallas y programando intervenciones antes de que se detenga la producción. También permite optimizar el transporte interno para reducir tiempos de traslado de equipos, o consolidar datos dispersos de múltiples áreas para generar reportes estratégicos en minutos.

Otro ejemplo es la gestión de contratos con terceros. En empresas que administran miles de contratos activos y que involucran a miles de trabajadores, la IA puede auditar, priorizar y anticipar problemas, reduciendo errores y liberando tiempo de los equipos para tareas estratégicas. Y en sostenibilidad, herramientas como los gemelos digitales o sistemas de monitoreo inteligente están ayudando a mejorar la eficiencia energética y el cuidado del entorno.

Estos casos no requieren grandes inversiones ni desarrollos tecnológicos complejos. Al contrario: demuestran que la IA puede aplicarse de forma concreta, accesible y escalable, siempre que se diseñe con un profundo entendimiento del contexto operativo y del negocio minero.

En Pharu creemos que la inteligencia artificial no consiste en perseguir lo que suena más atractivo o futurista, sino en aportar valor real desde el primer día. Se trata de empezar con soluciones que resuelvan problemas específicos, medir su impacto y escalar a partir de ahí. La minería chilena tiene el talento, la experiencia y la capacidad para liderar una transformación basada en datos, decisiones inteligentes y soluciones adaptadas al territorio.

Más allá de los camiones autónomos, la IA ya está cambiando la minería chilena. Y lo está haciendo desde adentro, una mejora concreta a la vez.

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